Irresponsable decisión de la Secretaría de Energía de promover la explotación de hidrocarburos no convencionales por fracking

Ciudad de México, 22 de agosto de 2017

Boletín de Prensa

- El Secretario de Energía anunció recientemente la intención del gobierno de abrir la licitación 2.5. para explotación de hidrocarburos no convencionales mediante fractura hidráulica o fracking.- La soberanía y transición energética que requiere el país debe basarse en energías renovables, no en la extracción de hidrocarburos con fractura hidráulica, técnica inherentemente insegura

El pasado jueves 17 de agosto, durante el Foro de Análisis de la Reforma Energética, el Secretario de Energía, Pedro Joaquín Coldwell, anunció la intención del gobierno de llevar a cabo la primera licitación, en el marco de la Reforma Energética, para la entrega de bloques de explotación de gas y petróleo no convencional a empresas privadas. Dada la complejidad de este tipo de yacimientos, su exploración y extracción requieren el uso de la técnica de fractura hidráulica[1] o fracking cuyos riesgos y daños inevitables a la salud y el ambiente han sido puestos en evidencia por su uso intensivo en Estados Unidos durante más de una década.Según palabras del Secretario,[2] los bloques terrestres a licitar en las próximas semanas se encuentran en la Cuenca de Burgos y en la Provincia de Tampico-Misantla, situadas en los estados de Coahuila, Nuevo León, Tamaulipas, San Luís Potosí, Hidalgo, Veracruz y Puebla. Por lo que los territorios de estas regiones se encuentran bajo la amenaza de que el gobierno entregue áreas a empresas para llevar a cabo esta peligrosa y tóxica actividad. De concretarse estos planes, el Estado mexicano estará incumpliendo sus obligaciones de garantizar, proteger y respetar los derechos humanos, al poner en riesgo el medio ambiente, la salud, el agua, la alimentación y la vida de las comunidades de estas zonas y de la población general del país. Además, este anuncio se realiza sin que la Secretaría de Energía ni la Comisión Nacional de Hidrocarburos hayan publicado de manera previa las áreas específicas que les interesa licitar, lo que vulnera el derecho de acceso a la información, a la participación y a la consulta previa de las poblaciones potencialmente afectadas por estos proyectos.La argumentación del Secretario se centra en los problemas de seguridad energética que podría representar para el país la dependencia de México de las importaciones de gas, por lo que México requeriría extraer el propio. Efectivamente, la dependencia en el gas es un problema, pero la solución no es extraerlo de nuestro territorio sin importar las consecuencias ambientales, sociales y climáticas; sino apostarle a la eficiencia energética y las energías renovables con pleno respeto a los derechos de las comunidades donde se genera y transmite. La transición energética es urgente si queremos evitar seguir calentando el planeta, y el gas natural como combustible fósil emisor de gases de efecto invernadero no tiene rol que jugar en este cambio indispensable.Este anuncio se hace tras la aprobación en marzo de los Lineamientos en materia de seguridad industrial, seguridad operativa y protección al medio ambiente para realizar las actividades de Exploración y Extracción de Hidrocarburos en Yacimientos No Convencionales en tierra;[3] y cuando se encuentran aún en revisión por parte de la Comisión Federal de Mejora Regulatoria (Cofemer) los Lineamientos para la protección y conservación de las aguas nacionales en actividades de exploración y extracción de hidrocarburos en yacimientos no convencionales.[4] Con esta regulación, el gobierno quiere hacer creer que el fracking se hará de forma segura y responsable, cuando se trata de una técnica inherentemente insegura y cuyos impactos negativos son imposibles de controlar, por lo que dicha regulación es inefectiva para evitar sus daños irreversibles e irreparables, además de ser jurídicamente débil e inoperable[5].Por todas estas razones, la Alianza Mexicana contra el Fracking y las organizaciones que la integramos exigimos que el gobierno detenga sus planes para la exploración y explotación de hidrocarburos no convencionales mediante fracking, termine con la simulación de que mediante la regulación se puede proteger a la población y al ambiente, y prohíba el uso de esta técnica en todo el territorio nacional, como responsablemente han hecho gobiernos y parlamentos de otros países. Es urgente que el Estado mexicano ponga en marcha una real transición energética y el fracking nos aleja de dicha senda, agravando aún más la problemática del cambio climático.Contacto: nofrackingmx@gmail.com; Cel. (044) 5528942814[1] La fractura hidráulica es un proceso altamente nocivo para el ser humano y el ambiente. Implica la inyección 9 a 29 millones de litros de agua al subsuelo, por pozo para extraer hidrocarburos de rocas de muy baja permeabilidad. El agua es mezclada con entre 650 y 990 sustancias químicas que pueden provocar múltiples daños a la salud de las personas (como cáncer y mutaciones, afectar al sistema endocrino, provocar alergias y dañar el sistema nervioso). Las fugas de agua contaminada con estos químicos, petróleo, gas u otras sustancias tóxicas presentes en el subsuelo han contaminado fuentes de agua, el suelo y el aire. Adicionalmente, la fractura hidráulica presenta significativas fugas de metano a la atmósfera que contribuyen en forma alarmante al proceso de calentamiento global. El agua residual de este proceso es desechada en pozos “letrina” donde, por los altos volúmenes inyectados, puede provocar sismos.[2] Sener: dependencia de gas “enorme riesgo”, disponible en http://www.milenio.com/negocios/sener-dependencia-gas_natural-enorme_riesgo-seguridad_energetica-cnh-milenio_0_1013898618.html[3] Disponible en http://dof.gob.mx/nota_detalle.php?codigo=5476643&fecha=16/03/2017[4] Disponibles en http://www.cofemersimir.gob.mx/portales/resumen/40133